¿Qué fue de la mayoría absoluta?
No cabe duda de que en un Estado cuya bandera sea la democracia siempre es preferible que no gobierne, sea a nivel nacional como autonómico, un partido sin mayoría absoluta. A los hechos me remito. Aznar no sólo tuvo mala suerte en que a falta de tres días para las elecciones se produjera el atentado del 11-M, el problema es que "se hizo el loco" ante las demandas de los ciudadanos y pagó su prepotencia. De rebote Puyol también perdió su hegemonía por haberse aliado con el "Pepero".
Como decía, es mejor que no haya mayoría absoluta para que todos los partidos tengan alguna posibilidad de ofrecer propuestas y entrar en una escena política en la que antaño sólo unos pocos eran escuchados. Aunque no siempre funciona y un buen ejemplo de ello es el Tripartito de Cataluña.
Tan pésimo ha sido tanto su comportamiento y tan débil su esfuerzo por entenderse que el próximo 1 de noviembre se celebran las elecciones para otorgar un nuevo President a una Cataluña segregada. Las encuestas indican que Mas y su partido, CiU, ganarán las elecciones pero que una vez más será sin mayoría. En principio son tan sólo unos comicios autonómicos en los que nada tendrían que decir el resto de los personajes políticos, pero nada más lejos de la realidad. Ahora todos se devanan los sesos entre posibles pactos y posibles combinaciones para gobernar entre estos nombres: Más, Montilla, Carod, Piqué, Saura o Rivera.
Nuestro presidente del gobierno, tras apoyar el Estatut, espera una nueva coalición entre el PSE y CiU para ayudarse mutuamente porque la era de las mayorías absolutas acabó hace tiempo y no nos engañemos, todos quieren un trozo del pastel, y cuanto más grande mejor. Así que Montilla, con mejor presencia al menos que el infinitamente caricatureado Maragall, llega a una tierra que se considera independiente y nacionalista y sin ser catalán, a eso se le llama ironía. No nos engañemos, parece que Zp hace cosas sin sentido pero se propuso ganar las elecciones y gracias a un golpe de suerte y tal vez a que tiene una bola de cristal en su mesita de noche, lo consiguió; se ha propuesto aislar al PP y ya hay hasta quien firma ante notario, por si las moscas, que jamás pactaría con los populares. Zapatero sabe que la mayoría absoluta está muy lejos y sabe perfectamente de quiénes ha de ser amigo.
Como decía, es mejor que no haya mayoría absoluta para que todos los partidos tengan alguna posibilidad de ofrecer propuestas y entrar en una escena política en la que antaño sólo unos pocos eran escuchados. Aunque no siempre funciona y un buen ejemplo de ello es el Tripartito de Cataluña.
Tan pésimo ha sido tanto su comportamiento y tan débil su esfuerzo por entenderse que el próximo 1 de noviembre se celebran las elecciones para otorgar un nuevo President a una Cataluña segregada. Las encuestas indican que Mas y su partido, CiU, ganarán las elecciones pero que una vez más será sin mayoría. En principio son tan sólo unos comicios autonómicos en los que nada tendrían que decir el resto de los personajes políticos, pero nada más lejos de la realidad. Ahora todos se devanan los sesos entre posibles pactos y posibles combinaciones para gobernar entre estos nombres: Más, Montilla, Carod, Piqué, Saura o Rivera.
Nuestro presidente del gobierno, tras apoyar el Estatut, espera una nueva coalición entre el PSE y CiU para ayudarse mutuamente porque la era de las mayorías absolutas acabó hace tiempo y no nos engañemos, todos quieren un trozo del pastel, y cuanto más grande mejor. Así que Montilla, con mejor presencia al menos que el infinitamente caricatureado Maragall, llega a una tierra que se considera independiente y nacionalista y sin ser catalán, a eso se le llama ironía. No nos engañemos, parece que Zp hace cosas sin sentido pero se propuso ganar las elecciones y gracias a un golpe de suerte y tal vez a que tiene una bola de cristal en su mesita de noche, lo consiguió; se ha propuesto aislar al PP y ya hay hasta quien firma ante notario, por si las moscas, que jamás pactaría con los populares. Zapatero sabe que la mayoría absoluta está muy lejos y sabe perfectamente de quiénes ha de ser amigo.