"Sólo busco una oportunidad"
Antonio Martínez es inmigrante ilegal. Tiene 30 años y lleva 8 trabajando de cocinero en un restaurante sin papeles, sin contrato. Ansía volver a Chile, donde tiene a toda su familia, con el dinero que ha conseguido ahorrar a base de trabajar todos los días desde las 8 de la mañana a las 12 de la noche. Le gusta España, pero lo que no le gusta es vivir con miedo. Con el miedo de que llegue una ispección y se lo arrebaten todo. Le queda un año para poder conseguir volver a casa con lo suficiente como para sacar adelante a los que le esperan en su tierra.
No le afecta demasiado que el Partido Popular quiera limitar la entrada de inmigrantes ilegales porque lo que él quiere es salir pero piensa que "los políticos deberían detenerse un momento y pensar que si estamos tan desesperados como para arriesgarnos a morir, es porque en nuestros países la gente como ellos nos obliga a eso. No podemos alimentar a nuestras familias, ni sentirnos seguros porque la gente cada vez está más desesperada y los camellos persiguen a nuestros hijos para manipularnos. Y creeme que es mejor trabajar de sol a sol que ver cómo no puedes proteger a los tuyos".
Y la historia de Antonio ya no es ni sorprendente. Como él, miles de personas se juegan el pellejo en busca de un lugar mejor, de una oportunidad para ahorrar algo de dinero y mandarlo a casa "aunque eso suponga estar solo en una tierra que no es la tuya, con costumbres que no son las tuyas y con personas que muchas veces te miran como si fueses un bicho raro o como si vinieses a robar, es muy triste pero es lo que hay", afirma Antonio resignado.
Y a pesar de todo Antonio ha tenido suerte porque ha conocido muchas personas que lo han ayudado y le han hecho pasar esa soledad con menos tristeza. "La gente aquí ha sido genial, me han regalado muchísimas cosas para llevarme a casa aún sabiendo que al llegar, si llego, seguramente tendré que venderlas, pero ellos lo saben y me ayudan igualmente. De la misma manera no entiendo por qué los políticos se empeñan en hacernos la vida imposible a los que sólo venimos para trabajar, para poder darles algo a los nuestros. No sé cómo viendo lo que se ve en la tele, que puedo asegurar que es peor de lo que se ve, todavía hay personas que pretenden cerrar las puertas incluso a los que venimos a trabajar. Sé que hay mucho miedo porque algunos vienen y cometen delitos, pero es lo que vemos en nuestros países de origen, es como intentamos sobrevivir allá, y cuando llegan los que no tienen otra opción pues sobreviven de esa manera".
Lo único que pide Antonio es que den más oportunidades a los que vienen en busca de trabajo, "que hay mucho, y no se empeñen en ponernos más peso en nuestras espaldas porque de donde venimos ya venimo servidos. Hay cosas más importantes de las que ocuparse que de la gente que busca una oportunidad".
No le afecta demasiado que el Partido Popular quiera limitar la entrada de inmigrantes ilegales porque lo que él quiere es salir pero piensa que "los políticos deberían detenerse un momento y pensar que si estamos tan desesperados como para arriesgarnos a morir, es porque en nuestros países la gente como ellos nos obliga a eso. No podemos alimentar a nuestras familias, ni sentirnos seguros porque la gente cada vez está más desesperada y los camellos persiguen a nuestros hijos para manipularnos. Y creeme que es mejor trabajar de sol a sol que ver cómo no puedes proteger a los tuyos".
Y la historia de Antonio ya no es ni sorprendente. Como él, miles de personas se juegan el pellejo en busca de un lugar mejor, de una oportunidad para ahorrar algo de dinero y mandarlo a casa "aunque eso suponga estar solo en una tierra que no es la tuya, con costumbres que no son las tuyas y con personas que muchas veces te miran como si fueses un bicho raro o como si vinieses a robar, es muy triste pero es lo que hay", afirma Antonio resignado.
Y a pesar de todo Antonio ha tenido suerte porque ha conocido muchas personas que lo han ayudado y le han hecho pasar esa soledad con menos tristeza. "La gente aquí ha sido genial, me han regalado muchísimas cosas para llevarme a casa aún sabiendo que al llegar, si llego, seguramente tendré que venderlas, pero ellos lo saben y me ayudan igualmente. De la misma manera no entiendo por qué los políticos se empeñan en hacernos la vida imposible a los que sólo venimos para trabajar, para poder darles algo a los nuestros. No sé cómo viendo lo que se ve en la tele, que puedo asegurar que es peor de lo que se ve, todavía hay personas que pretenden cerrar las puertas incluso a los que venimos a trabajar. Sé que hay mucho miedo porque algunos vienen y cometen delitos, pero es lo que vemos en nuestros países de origen, es como intentamos sobrevivir allá, y cuando llegan los que no tienen otra opción pues sobreviven de esa manera".
Lo único que pide Antonio es que den más oportunidades a los que vienen en busca de trabajo, "que hay mucho, y no se empeñen en ponernos más peso en nuestras espaldas porque de donde venimos ya venimo servidos. Hay cosas más importantes de las que ocuparse que de la gente que busca una oportunidad".
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